Valen, Juli
Solemos confundir el amor con atracción, solemos confundir el amor con enamoramiento, solemos confundir el amor con sexo y más aún con pasión, solemos confundir el amor con ese cosquilleo cuando vemos a ese ser que un día cualquiera se cruza en nuestras vidas y nos detiene el corazón... una mirada, un coqueteo, una sonrisa, nos sudan las manos, se nos hace un nudo en la garganta, se nos quiere salir el corazón, se nos olvida el tiempo, no podemos pensar con claridad, perdemos la noción de quiénes somos, de qué queríamos, de quiénes éramos...y todo es en realidad porque confundimos todo eso con una de las fuerzas más poderosas que sentimos los seres humanos, el amor.
El amor es todo esto y más. Es la dulzura con la que desde los primeros días puedes tratar a quien te hace latir fuerte el corazón. Es la certeza de querer ser mejores seres humanos, es la voluntad y la decisión de tratar respetuosamente a otro ser que ayer ni siquiera conocías. Es la belleza de aprender a ser solidarios, cómplices, amigos, compañeros, novios, amantes hasta que un día se puede tener la fortuna de poder llamarse, esposo, esposa. Dos palabras tan poderosas como el amor mismo. Dos palabras en las que está contenido todo lo que el amor es y mucho más.
Solemos confundir el amor con muchas cosas, muchas de ellas parte de un proceso pero jamás el amor per se. Porque el amor es un fuego en nuestro interior que debemos cuidar y proteger con nuestra propia vida. Hay miles de posibilidades para que esa llama se apague y sintamos que estamos perdidos, y solo depende de nosotros abrigarlo y protegerlo de cualquier cosa que intente hacer que ese fuego se desvanezca hasta desaparecer. El amor es la posibilidad que tenemos los humanos de expresar nuestra verdadera esencia. Primero nos amamos a nosotros mismos y después somos capaces de amar a los otros, a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros amigos, amigas, compañeros, compañeras, a nuestro primer amor, que algunas veces, algunos humanos tienen la maravillosa experiencia de que sea su gran y único amor. Su primer amor se convierte así en el amor de su vida y depende del cuidado con que lo traten que un día podrán mirar atrás y reconocerse como lo que son, el amor mismo.
No hay nada más exigente que amar. Porque debemos muchas veces obviar lo que queremos, lo que deseamos, lo que somos, lo que soñamos, lo que pensamos, lo que sentimos. Porque hay veces debemos poner primero al otro por encima de nosotros mismos para lograr salir de muchas situaciones en las que la vida nos pone. Solo con amor podemos superar muchas cosas, porque él es quien nos da la fuerza para corregir un rumbo perdido, un anhelo truncado, un objetivo frustrado, un deseo irrealizado, un dolor que creemos imposible de sanar, una enfermedad, una pérdida absurda, un duelo profundo...el amor es en realidad esa fuerza que un día cualquiera nos exige tanto que se convierte en resiliencia. En la resiliencia solo habita el amor.
El amor todo lo puede, nos han dicho que mueve montañas, y es verdad. Y también nos dijeron que ¨el amor es paciente y bondadoso. Que el amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta¨. Y es verdad. Pasarán por muchos momentos de su vida en donde descubrirán lo cierto en eso que nos dicen y nos enseñan nuestros padres y los padres de nuestros padres. Descubrirán muchas otras cosas que solo ustedes dos podrán saberlas cuando se vean a los ojos y comprendan lo que hay detrás del misterio de amar. Nadie podrá hacerlo por ustedes ni ustedes podrán siquiera imaginarlo. Lo vivirán un día a la vez basados en lo que cada uno de ustedes es, en lo que han aprendido hasta hoy como seres individuales ya que a partir de hoy sus vidas están unidas por algo más fuerte que el amor, la frecuencia del amor.
La frecuencia del amor, es un tono milagroso, un solfeggio en el que ambos aprenderán a escucharse en un tono específico, sanador, como si fueran uno hasta ser uno y hasta que un día posiblemente sean tres y cuatro y quién sabe si alguno más...porque el amor es esa fuerza creadora que me permite hoy con todo el amor que les tengo, desearles y augurarles que la mejor parte de sus vidas esta por comenzar.
Juli, has encontrado una bella musa, una mujer honesta, auténtica y verdadera, música y sanadora. Valen, has encontrado un gran hombre, sensible, noble como ningún otro que yo conozca, honesto, un hombre sanador como tú, un músico talentoso y apasionado, juntos podrán componer sus mejores melodías, estan por presenciar el mejor musical de sus vidas, porque lo construirán juntos y será su vida misma! Disfrútenla, disfrútense y que viva esta unión divina. Los quiero con todo mi espíritu.
Que bello es el amor. Encontrarlo, cultivarlo, cuidarlo. Es un deleite y un trabajo. Bienaventurados los que aman.♥️👏
Gracias por decir y compartir!!! eso si que también es amor. El derecho al verbo compartido