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Foto del escritorMartha Elena Llano Serna

Todo va al mar

Todo va al mar

Van las botellas, las risas, la tristeza, el abandono, un vidrio, mil vidrios, tu basura, todo eso que compras y un día cuando cuando ya no lo quieres más lo tiras como si el mundo acabará en tu cesto de basura. Que obsoletos somos, que especie tan absurdamente depredadora y banal. Todo va el mar, va tu mierda y la de todos. Van tus recuerdos y los de todos. Va tu desprecio por este planetita azul que gira sin parar como estás olas que hoy se funden con mis lágrimas por lo que veo pasar.

Todo va al mar. Si lo que vemos es ésto, como será lo que no vemos. Eso que llega en caños calladitos que le llevan veneno a esas bellezas de colores que nadan en él y que cuando los veo y me miran con sus diminutos ojos siento una vergüenza que se me cae la cara. Pobres gobios y ballenas. Pobres pulpos y sirenas. Nos aprendimos a comer todo. Nos vanagloriamos de esto que hacemos y se me hace un nudo en el alma y siento que nos merecemos más. Que cada ser vivo de esta nave azul merece más, merece poder viajar por su mundo sin sentir que lo atrapan, lo encierran, lo cazan, lo condenan...

Todo va al mar. Para todo bien, el mar, para todo mal, también. Pero esto no incluía tu mierda! Tu basura! Todo lo que no te sirve lo tiras y ya está...que puto egoísmo, que puto desdén, que soberbia! Qué dolor verte tierra agotada y sobrepoblada. Que maldito dolor me aprisiona el pecho hoy. Qué dolor verte mar contaminado. Que maldito dolor me produce que no te entiendan como ese ser íntegro y completo que sos.

Sos la dulzura de mi vida. Sos el afán que me desvela. Sos mi inspiración y te anhelo cada día como si fueras mi centro, mi familia, mi amigo más íntimo, mi consuelo...

Todo va al mar. Mis lágrimas son como tú. Son diminutas y saladas. Yo tengo una parte de ti en mí. Y cuando hay días como hoy en que no soporto verte y ver lo que te hacen, mis lágrimas vuelven a ti y entonces tú también tienes algo de mi. Yo quisiera que tú tuvieras de nosotros solo nuestras lágrimas. Solo eso. De alegría o de tristeza. Pero solo eso. Para que en ellas pasarán las bellezas que he conocido que albergas. Y si por mí fuera lloraría y danzaría sobre ti para devolverte lo que soy. Soy agua, soy mar, soy viento, soy tu dulzura y tu amargura, salí de ti y seguro a ti regreso. Y mientras eso pasa, aquí estoy sentada viéndote, siempre constante, siempre en este ciclo eterno que sin parar nos da la fuerza para seguir, para continuar. Pero quiero más.

Todo va al mar, así es que decido meter en una botella invisible mis deseos para que vayan y vuelvan. Para que vuelva al pasado y les cuente a los hombres de ese entonces que está mal, que no eres ni serás su basurero. Que se detengan, que hoy yo estoy aquí cientos de años después esperando que llegue mi botella desde donde ellos, con voces de aliento y de esperanza. Una botella que sea capaz de viajar en el tiempo y se haga a la mar para ir al futuro y le diga a la gente de esos tiempos que lo estamos intentando. Algunos. Que pensamos en ellos. Que existen. Que hoy yo puedo imaginarlos caminando por esta misma playa sin nada que sea basura. Deseo que mi botella sea mágica, que en su viaje Aladino la tomé y le sople mis deseos y allá lejos los hijos de mi hijo, y sus nietos y bisnietos lean estas palabras que he metido en mi botella. Donde estén hoy sé que serán capaces, sobrevivirán, y desde aquí y cientos de años antes estoy con ustedes y ya puedo sentirlos y saber que serán esos seres que podrán tomar esta botella y hacer realidad esos sueños de respeto que nos merecemos todos. Eso es lo único, respeto por todos y cada uno. En silencio. Observando que todos somos estrellas fugaces y eternas a la vez. Desde el mar a la montaña, desde la hormiga a la ballena. Desde el Sol a otro Sol. Somos uno. Estamos conectados y éste que parece mi lamento, es solo mi deseo de amor para que nos movamos sutilmente en este mundo, para que ustedes lleguen a existir.

Todo va al mar. Aquí va mi botella. La lanzó hoy y aquí y seguro aparecerá un día cualquiera, en el pasado o en el futuro. A donde vaya, lleva mi bendición. Lleva esto que soy y espero que al regresar mis bisnietos puedan sentarse a ver que el mar traía algo más que nuestra basura, que nuestra mierda. Espero que la tomen y al leer su contenido entiendan que lo sentimos y que yo estaré tomándoles la mano en ese instante para ayudarles a manejar el mundo que les hemos dejado.

Todo va al mar. Hasta mi silencio...y ni amor y mi lamento para que mi botella vaya con bien. Que no se encuentre con ladrones ni dragones. Para que las hadas y las ninfas la protejan y Poseidón solo haga un suspiro y la lleve a su destino.



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